AZULEJOS EN EL RECIBIDOR DEL PALACIO DE PIMENTEL (Valladolid)
Junto a la iglesia de San Pablo y algo esquinado respecto al Palacio Real se ubica el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación de Valladolid. Por su relevancia histórica, es uno de los palacios señoriales más importantes de la ciudad. Especialmente por el hecho de que entre sus paredes tuvo lugar el nacimiento, el 21 de mayo de 1527, del rey Felipe II. El origen del caserón había estado en los Álvarez de Osorio, Marqueses de Astorga. Tras el casamiento de Constanza de Bazán Osorio con Bernardino Pimentel y Enríquez pasa a ser propiedad de este importante personaje del reinado de Carlos I, cuya amistad personal con el rey hacía que el emperador eligiera su casa como residencia imperial durante sus frecuentes estancias en la ciudad.
Entre las partes visitables del edificio, además de las salas de exposiciones que alberga, está su fantástico patio interior al que merece la pena asomarse aunque solo sea para respirar el ambiente que lucieron en su momento los abundantes palacios señoriales que tuvo una ciudad acostumbrada durante un tiempo a los trajines cortesanos.
Antes de llegar a él, justo a la entrada, que el zaguán que alberga una bonita colección de azulejos de Talavera realizada en 1939. La colección conforma una especie de lección de historia ilustrada con 12 escenas relevantes de acontecimientos vividos en la ciudad. Entre ellos, el que ilustra la fotografía de portada. El incendio acaecido el 21 de septiembre de 1561, día de san Mateo. Dados los materiales constructivos de entonces y la forma de vida, los incendios eran sucesos cotidianos en aquel entonces. Lo relevante es que este, que tuvo su origen en un taller de platería -en la hoy llamada calle de Platerías-, se extendió rápidamente devorando diversas calles del centro de la población hasta llegar a la plaza Mayor, donde calcinó las Casas Consistoriales y parte del monasterio de San Francisco, entre otros muchos edificios. El fuego se mantuvo activo durante casi dos días y marcó de tal manera la vida de la ciudad que sus llamas pasaron a incorporarse en el escudo de la ciudad.
Aquel incendio tuvo como consecuencia inmediata que el propio Felipe II impulsara de nuevo el trazado de toda la zona afectada dando lugar al nacimiento de una ciudad mucho más moderna y ordenada. Aquella remodelación, que cambió todo el aspecto del centro de la ciudad, dio origen a esta calle y, también, a una plaza Mayor que se convertiría en modelo a seguir para el trazado de otras muchas en España y América.
DÓNDE ESTÁ HECHA LA FOTOGRAFÍA DE PORTADA