PLAZA MAYOR (Valladolid)

En la fotografía, el carrusel Tiovivo 1900, un clásico de las navidades vallisoletanas, instalado en la plaza Mayor de Valladolid, frente al Ayuntamiento. Este espacio de la ciudad se convierte cada Navidad en el centro de la animación durante esa época del año acogiendo, además del carrusel, el mercado de artesanía, el gran árbol de los deseos, al cartero real y diversos actos de carácter festivo.

El origen de la empresa  Carruseles Ortega se remonta 1932 cuando Luis Ortega  importa de Estados Unidos las denominadas «ruedas de caballitos». Descendiente de aquellos primeros ingenios para la diversión infantil, el actual Tiovivo 1900, un carrusel de dos pisos equipado con modernas atracciones de aire retro ,  se adueña desde hace veinte años de uno de los rincones de la Plaza Mayor más buscados por los pequeños.

Las primeras referencias  a la plaza Mayor de Valladolid aparecen en torno al siglo XIII como plaza del Mercado, un desahogo dedicado a la actividad mercantil que se encontraba fuera de las primeras murallas que rodearon el cogollo de la ciudad medieval. Una placa sobre el Ayuntamiento recuerda que en ella fueron coronados reyes de Castilla doña Berenguela y don Fernando III el Santo en 1217.

Tras el incendio que arrasó el centro de la ciudad en 1561 Juan de Herrera se implicó en el diseño de las nuevas Casas Consistoriales. El edificio herreriano se mantuvo en pie hasta 1871 en el que, debido a su precariedad, tuvieron que ser derribadas. Por diversas vicisitudes no pudo comenzarse la construcción del actual edificio hasta 1898. Se inauguró en 1908. En su interior, una gran escalera principal conduce hasta la primera altura, donde se sitúa el Salón de Recepciones, que conserva la misma decoración –vidrieras, yesos, entarimado y frescos en el techo- y el mismo sabor del momento de su inauguración. Desde él se accede al gran balcón que se articula sobre el pórtico de entrada.

En la acera opuesta estuvo ubicado el convento de San Francisco, en el que falleció Colón, hasta su derribo en el siglo XIX. Al mismo tiempo que el resto de edificios se levantó en ella el Teatro de Zorrilla, inaugurado en 1884 con la obra Traidor, inconfeso y mártir, del poeta José Zorrilla, quien asistió también a la velada inaugural.

El centro de la plaza esta ocupada por una estatua con la efigie del conde Ansúrez realizada por el escultor Aurelio Rodríguez Carretero en 1903. En el pedestal de piedra se recogen dos momentos de la vida del conde: su presentación ante el rey con una soga al cuello y la fundación de La Antigua.

DÓNDE ESTÁ HECHA LA FOTO DE PORTADA